Recuerdo aquel día en que me dejaron abandonada frente a
la iglesia de San Francisco de Asís: ese día, soleado y sin nubes, en menos de
un instante, se convirtió en un día lleno de oscuridad; el sol, que parecía que
iba a alumbrar eternamente, fue opacado por aquellas nubes oscuras, que, al
parecer, sabían lo que mi madre trataba de hacer. Quedé atrapada en un profundo
sueño, siendo despertada por las gotas de lluvia, frías, que caían del cielo. Estas
provocaron mí disgusto, haciendo que mis lágrimas salieran de mis ojos y
recorrieran mis mejillas para ser absorbidas por el manto que aun llevaba el
perfume de mi madre. Mis llantos, tan fuertes como el ruido de un trueno,
llamaron la atención del sacerdote que, en ese tiempo, estaba encargado de la
iglesia. Me tomó en sus brazos e intentó animarme para que no derramara más
lágrimas. Antes de llevarme dentro de la iglesia, miró a su alrededor para
buscar a la persona que me había dejado allí. Todo fue en vano, ya que,
mientras dormía, mi madre se alejó para nunca regresar. Aquel sacerdote me crió
como si fuera su hija y me puso un nombre cuyo significado valía mucho para él:
Angelus, Angelus Maidan.
Cuando tenía 5 años, le pregunté al sacerdote:
-¿Por qué tengo un nombre tan raro?
-¿Raro?, yo no le veo nada de raro. Tu nombre, pequeña,
significa ángel en latín, porque tú eres un pequeño ángel, el ángel de esta
iglesia-había respondido el sacerdote.
En ese momento, puse una gran sonrisa de satisfacción y
aquel buen sacerdote se conmovió, quería conservar esa magnífica sonrisa, pero
sabía que no podría ocultar la verdad por mucho tiempo, así que decidió
contarme la triste historia de cómo me encontraron. Yo ya sabía la verdad, pero
no sé porqué empecé a llorar y salí corriendo de la iglesia. Recuerdo que corrí
hacia un parque comunitario, era muy lindo y me relajó muchísimo; luego, el
sacerdote desesperado, me vio, y, se alivió tanto que se puso de rodillas y
susurró “gracias, Señor”.
Desde ese día, he querido hacer un parque donde todos se
puedan relajar y divertir, con espacios para picnic, con ciclo ruta, espacios
para poder nadar y hasta arrendar un barco para que los enamorados tengan un
momento inolvidable; además, quiero que las familias estén felices y unidas.
Le conté mi idea al sacerdote y me dijo:
-No sabía que querías emprender una idea como esa, pero
me alegra que le des el bien a todo el mundo, esfuérzate.
-¿Emprender?-dije yo, que estaba confundida por esa
extraña palabra, que, en ese entonces, no había oído nunca.
-Emprender significa comenzar una idea funcional,
creativa y hacerla realidad. Algunas personas tienen como objetivo crear una
empresa o un negocio.
-¿Empresa y negocio?
-Aunque las dos suenen igual, no lo son. La empresa es
donde trabajan una o más personas que se dedican a seguir fines económicos o
comerciales para satisfacer las necesidades de las personas y un negocio
consiste en un método para obtener dinero a cambio de productos o servicios.
Aunque yo era una niña de cinco años, esas palabras no
pudieron estar más claras.
Cuatro años más tarde, me centré en cómo hacer que mi
sueño se hiciera realidad y pensé:
Tengo que conseguir un lugar perfecto que sea el
apropiado para mi proyecto y negociar para que me lo dé lo más barato posible;
también, en empleados y tratar de que algunas compañías de reciclaje me ayuden
y, por último, un arquitecto para que me diseñe el mejor parque del mundo.
Cuando estaba a punto de graduarme, aprendí la historia
del dinero y no me esperaba que el dinero fuese inventado y evolucionando por
tantos años. Mi profesora de emprendimiento me lo contó, ya que vio mi
entusiasmo en el parque que quería
hacer:
“Antes de la aparición del dinero, los intercambios se
realizaban mediante el sistema directo de una mercancía por otra, este sistema
se llama trueque. Este método limitaba enormemente la posibilidad de realizar
transacciones, pues se requería una coincidencia de necesidades al mismo tiempo.
Las primeras formas de dinero que se dieron en la
historia fueron muy diversas, desde granos de cacao, vino o la sal (de donde
proviene el término salario).
Con posterioridad, se crearon las monedas, cuyo valor
nominal, garantizado por el sello del gobernante, dependía del peso de metal.
Poco a poco, se llegó la moneda cuyo valor intrínseco es inferior al valor
nominal o facial.
El origen del dinero papel se data en la actividad de los
orfebres durante la edad media. Estos artesanos disponían de cajas de seguridad
en las que guardaban sus existencias. El orfebre, simplemente, extendía un
recibo prometiendo devolver al depositante sus pertenencias.”
Aunque la historia fue interesante, debo admitir que fue
un poco aburrida y no se me quedó casi nada gravado, pero, luego, me lo imaginé
en una obra de teatro y me la aprendí sin darme cuenta.
Cuando fui a la universidad, aprendí mucho sobre cómo
manejar el dinero y las diferentes formas de pago:
Tarjetas plásticas, débito automático, cheque, cajero
automático, cuenta integrada, entre otras. Aunque era emocionante, no podía
dejar de pensar que hubiera sido mejor que dejaran el trueque, ya que sería más
fácil de responder en el examen y no tenía que gravarme tantos nombres y
definiciones, pero, menos mal, que el sacerdote que cuidó de mí, me enseñó un
juego para estudiar: el canta y gana. Era muy divertido, había que cantar lo
que tenía que estudiar y si ganaba el examen, te ganabas un premio. Y, aunque
ya era grande para esos juegos, los sentía divertidos y podía estudiar mejor.
-Damas y compañeros, con ustedes la linda Angelus Maidan-me presentó el sacerdote.
-Esta canción se llama “Formas de pago actuales”
Las letras de las canciones eran horribles y no rimaban, pero
me ayudaban a estudiar perfectamente por el ritmo y, por supuesto, pensar en el
premio.
-Las tarjetas plásticas son un medio de pago personal
intransferible que suele ser utilizada de la misma forma que el dinero en
efectivo. El débito automático es una operación que previa autorización del
cliente, a que sus facturas sean debitadas automáticamente el día de su
vencimiento de su cuenta de corriente, caja de ahorro o tarjeta débito. El
cheque es un orden de pago librado contra un banco, en el cual el librador
tiene fondos depositados a su orden en cuenta corriente o autorización para
girar en descubierto o emitir cheque con fecha diferida. Cajero automático es
una máquina expendedora usada para extraer dinero, utilizando tarjeta de
plástico con banda magnética o chip.
Como era de esperar, me saqué la máxima calificación y de
regalo toda la iglesia aportó para regalarme un… ¡un auto!
Seis años después, empecé a trabajar en mi proyecto, pero
era más difícil de lo que pensé; entonces, por alguna extraña razón, la cabeza
de una familia rica me ayudó, me pareció un poco extraño, pero no tenía opción,
así que acepté.
Fueron ocho largos años y el proyecto estaba terminado. Para
la ceremonia de abertura, vino el señor Gabriel Márquez, la cabeza de la
familia Márquez, una familia rica y prestigiosa, la que me ayudó con mi
proyecto. No sé por qué, pero me parecía familiar.
Al terminar la ceremonia, todo el lugar se llenó de gente
y, al fin, mi sueño se hizo realidad; con lo que ganaba, le ayudaba a la
iglesia y era muy feliz, hasta que el señor Márquez murió y me dejó una carta
que cambio mi vida. Esa carta decía que yo era su sobrina y que mis padres se vieron
obligados a dejarme, ya que los estaban amenazando; lastimosamente, murieron en
un avión que se dirigía a Canadá. Además de su disculpa, agregó que yo era la
futura cabeza de la familia. En ese instante, lloré, peor que aquel día en el que
mi difunta madre me abandonó.
Después de haberlo superado, enfrenté mi destino y me
hice la cabeza de la familia; más tarde, encontré el amor en un pequeño
restaurante, un mesero para ser más específica y aunque Federico Castro se
enfadaba por que ganaba más que él nos terminamos enamorando, tanto así que nos
acabamos casando y teniendo una hermosa familia, con dos hermosas hijas Lisbeth
y Carolina, las que ahora tendrán su aventura en la vida donde todo lo que hay
que hacer para ser feliz es emprender una idea y buscar a alguien con quien seguirla.